Una despensa más saludable

Una despensa más saludable

“Año nuevo, vida nueva” es el lema de muchas personas y que mejor que empezar por la despensa.

Si tu propósito este nuevo año es llevar una vida más saludable, bajar de peso, controlar el colesterol, o algo similar, es imprescindible que hagas una limpieza o ¨makeover¨ de tu despensa y nevera. ¿El motivo? Deshacerte de todo aquello que no te hace bien y así evitar la tentación de consumirlo.

Aunque es un paso algo drástico para muchos, en realidad es necesario hacerlo para poder llevar a cabo tus propósitos. Son pocas las personas que poseen una fuerza de voluntad lo suficientemente potente para no caer en la tentación de devorar un bote de helado en una sentada cuando hemos tenido un mal día, especialmente si nunca has llevado una dieta muy saludable.

Limpiar la nevera y despensa no es difícil de hacer y mucho menos con las pautas que te daré a continuación. La idea no es prohibir alimentos sino reemplazarlos con opciones mucho más saludables.

Lo primero que vamos a reemplazar es el azúcar refinado y todo edulcorante artificial. Esto incluye el azúcar blanco, la sacarina, el aspartamo, fructosa en polvo y lo vamos a reemplazar por azúcar de caña orgánica, panela, azúcar de coco, miel, sirope de arce y stevia (pero solo en polvo y que sea sin refinar, es decir, de color verde).

Cabe añadir que reemplazar los azucares refinados y edulcorantes por opciones más saludables no significa que puedas abusar de ellos. Incluso las opciones saludables que te he dado en altas cantidades son dañinas para nuestro cuerpo, así que poquito en este caso es mucho mejor.

A continuación nos desharemos de todos esos cubitos de caldo de pescado, jamón, ave, etc. que tenemos por ahí rondando. ¿La razón? Muchos de esos cubos contienen un aditivo llamado monosodio de glutamato (E-621) aunque posee muchos otros nombres para despistar al consumidor.

Este aditivo es lo que se conoce como una exitotoxina, es decir, un químico que excita nuestras neuronas hasta el punto de poder causarles la muerte. Es popularmente conocido como “potenciador del sabor” y suele estar presente en casi todos los alimentos procesados en mayor o menor cantidad.

Dale sabor a tus comidas utilizando todo tipo de especias y hierbas aromáticas de origen natural como el cúrcuma, orégano, albahaca, hierbas de Provenza, pimentón de la vera, curry, etc.

El tercer producto que vamos a reemplazar van a ser todos los refrescos con gas que tengamos. Como ya sabemos estos productos son calorías vacías que solo hacen perjudicar nuestra salud dado su alto contenido de azúcar (o edulcorante artificial que es igualmente dañino).

Para muchos esto será algo difícil de hacer ya que son altamente adictivos pero a la larga el esfuerzo vale la pena. El mejor reemplazo es el agua con gas a la que podremos añadirle ya sean rodajas de limón, naranja o incluso infusiones de varios sabores para deleitar el paladar. Evita añadir azucares, incluso los más saludables que te he mencionado anteriormente porque la idea detrás de esto es acabar con la adicción al azúcar.

Si eres un consumidor asiduo del café puede que la siguiente recomendación no te vaya a gustar. Tomarse un café al día no es malo para la salud y es hasta recomendable dadas sus propiedades antioxidantes que nos ayudan a combatir los radicales libres. Sin embargo el problema es cuando consumimos grandes cantidades.

El café no da energía, eso en realidad es un mito. Nuestro cuerpo, a medida que pasan las horas va creando adenosina, un químico que se va acumulando en nuestro cerebro y hace que nos vayamos sintiendo cansados, es un proceso normal que nos indica que necesitamos descansar.

Sin embargo, la cafeína contiene una estructura muy similar a la adenosina y compite con ella en el cerebro. Cuanta más cafeína consumes, menos adenosina se acumula en tu cerebro y menos cansado te sientes. El problema radica en que el cerebro va creando más receptores de adenosina y regresa el cansancio que contrarrestas con más café.

Es un círculo vicioso que no es nada saludable ya que no nos permite descansar ni funcionar correctamente. Sustituye el café por te o infusiones poco a poco y dale a tu cuerpo el descanso que necesita. Experimenta con diferentes sabores y mezclas hasta encontrar la más adecuada. Mi recomendación es que compres infusiones orgánicas o biológicas para evitar pesticidas.

Ahora le toca el turno al chocolate. Estaréis pensando…¡¡¡esta mujer no nos deja comer nada rico!!! Tranquilos, no estoy prohibiendo el chocolate, es más, yo lo consumo y me encanta, pero hay que saber elegir el más sano.

En uno de mis anteriores blogs hable de las virtudes del cacao, y esto aplica también a las barras de chocolate. Principalmente lo que quiero es que sustituyas el chocolate con leche por uno con una mayor concentración de cacao.

La mayoría de las tabletas de chocolate con leche tienen mucho azúcar, es más, suele ser el primero o segundo ingrediente en la lista lo cual nos indica que es el ingrediente más abundante en el producto. Aunque no es fácil sustituir de golpe el chocolate con leche por uno amargo, puedes ir haciéndolo poco a poco gracias a la gran variedad de opciones que hay en el mercado.

Mi recomendación es empezar con una tableta de un 70% de contenido de cacao y con el paso del tiempo ir subiendo hasta un 80 u 85%.

El sabor es mucho más intenso y te darás cuanta que no necesitas engullir la tableta entera para saciar tu antojo de chocolate, algo que también es positivo.

Siguiente es el yogurt. De por si el yogurt es un excelente alimento, pero lo triste es que ahora se ha convertido en un producto poco saludable si no sabemos escogerlo correctamente. ¿Sabías que un yogurt con bifidus y fruta contiene el equivalente a 4 terrones de azúcar? La publicidad engañosa está en todas partes y aunque te venden el yogurt como un alimento “milagroso” para la salud intestinal, en realidad es más dañino de lo que crees.

La mejor opción es optar por un yogurt natural, incluso griego, de vacas de pastoreo y orgánico al que le puedes añadir fruta para endulzar y aumentar el aporte de fibra.

Entre las opciones que puedes agregar están los arándanos, nibs de cacao, almendras o nueces picadas, pasas de uva, plátano, manzanas, granada, miel, canela, vainilla….tienes miles de opciones.

Los aderezos para la ensalada, que se han convertido en algo tan popular últimamente, también es conveniente reemplazarlos. Estos aderezos contienen grandes cantidades de azúcar, conservantes, colorantes, derivados de la soja e incluso el ya famoso potenciador del sabor.

Las ensaladas es mejor aderezarlas con un poco de aceite de oliva, vinagre, limón, guacamole o alguna salsa a base de yogurt griego hecha en casa. Son muy fáciles de preparar y el sabor es 100 veces mejor que los aderezos procesados.

Finalmente le toca el turno a los embutidos. Me refiero a la mortadela, el chopped, el “jamón” de pavo, las salchichas (no artesanales), etc. Estos productos están hechos con restos de carne poco nutritiva a la que se le añaden sal, especias, azucares, potenciadores del sabor, gluten, lácteos, conservantes y colores artificiales.

Si has de tener algo de embutido en casa mi sugerencia es que optes por lo tradicional y de toda la vida como el jamón serrano, lomo y chorizo.

Como ves mantener una despensa y nevera saludables no es tan difícil, solamente tienes que saber escoger los alimentos apropiados. De esta manera es mucho más sencillo que tú y tu familia comáis más sano.

Escríbeme, estaré encantada de leer tus palabras.

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