Suplementos

Suplementos

Una de las preguntas más comunes que me hacen los padres es que tipo de suplementos deben tomar sus hijos. La respuesta nunca es fácil ni corta, todo depende del niño, su salud y sobre todo su alimentación.

Aunque no soy partidaria del consumo excesivo de suplementos, ya sea por parte de un adulto o un niño, reconozco que hay ciertas ocasiones en las que es necesario.

Preferiblemente es mejor obtener todos los nutrientes de los alimentos que ingerimos, pero la cruda realidad es que no siempre comemos bien, vivimos en ambientes tóxicos y los alimentos no poseen el mismo valor nutricional que hace años.

Todo esto se debe al uso indiscriminado de pesticidas y fertilizantes químicos que han acabado con la riqueza mineral del suelo de cultivo.

¿Alguna vez te has puesto a pensar por qué muchos alimentos para niños están fortificados con vitaminas y minerales? Muy sencillo, esto es debido a que la mayoría de estos productos son altamente procesados y por ende no tienen la misma cantidad de vitaminas y minerales que la materia prima en su momento poseía, de ahí el hecho de fortificar el resultado final.

Tristemente las vitaminas y minerales que se usan son de origen sintético y no son la manera idónea de nutrir nuestro cuerpo.

Ahora bien, si quieres darle algún tipo de suplemento alimenticio a tu hijo, estos son mis top 5:

*Aceite de Hígado de Bacalao.

Existe una buena razón por la que nuestras madres y abuelas insistían en que nos tomáramos este aceite de sabor tan fuerte y a veces hasta repugnante. Los ácidos grasos omega 3 son necesarios para el buen desarrollo cerebral y en época de crecimiento es imprescindible consumir la cantidad suficiente.

Sin embargo, no todos los niños pueden comer frutos secos (uno de los alimentos ricos en este tipo de ácidos grasos) ya sea debido a alergias, intolerancias o al alto costo que tienen algunas nueces. El pescado también es rico en ácidos grasos omega 3, pero su alto costo hace que no siempre podamos consumirlo.

El salmón es el pescado más recomendado a la hora de obtener ácidos grasos omega 3, pero tristemente la mayoría del salmón que se encuentra en las pescaderías es de piscifactoría y no es tan rico en este nutriente. Las sardinas en este caso son una mejor opción, no solo por su bajo costo sino también porque suelen ser de origen salvaje.

Si decidimos usar un suplemento de ácidos grasos omega 3 mi recomendación es usar uno que venga en formato liquido ya que las capsulas suelen ser difíciles de tragar para los niños y no salen tan rentables.

El tema el sabor es lo más problemático para los pequeñines, suele ser una lucha lograr que lo consuman, pero existen pequeños trucos que funcionan. Se puede agregar a un smoothie de plátano para atenuar su sabor.

Hay gente que moja pan en el aceite y le agrega un poquito de sal para mejorar la textura y sabor, e incluso le agrega tomate triturado para engañar al paladar. Existen versiones en el mercado que tienen sabores artificiales para hacer que la ingesta sea más fácil, pero yo soy partidaria de evitar todo tipo de químicos sintéticos en la comida.

*Probióticos.

Todos hemos oído hablar de ellos e incluso los hemos ingerido en más de una ocasión por estar bajo tratamiento con antibióticos. Es por esta misma razón por la cual, en casos necesarios, sugiero suplementar con probióticos.

Hoy en día muchos niños menores de 10 años han pasado por varias rondas de antibióticos lo cual genera un desajuste en la flora intestinal que en el futuro puede tener graves consecuencias.

Lo ideal es obtener estas cepas de bacterias saludables mediante la alimentación ingiriendo productos como el kéfir, yogures o vegetales fermentados como el chucrut.

Esto puede ser problemático con los niños ya que todo alimento fermentado siempre va a tener un sabor fuerte y muy característico.

Aquellos famosos yogures con probióticos que se venden en el supermercado no son la mejor opción a la hora de nutrir nuestra flora intestinal. ¿Por qué? Porque van cargados de azúcares y sabores artificiales.

Lo mejor es ingerir yogurt natural, sin endulzar, a ser posible de vacas de pastoreo y agregarle miel sin pasteurizar que también posee un gran valor nutricional. Los niños con problemas digestivos, estreñimiento e incluso un sistema inmunológico débil suelen mejorar cuando se agrega un buen probiótico a su dieta durante un tiempo.

*Vitamina D.

Todos los humanos obtenemos la vitamina D de la luz del sol, pero cuando llega el invierno pasamos más tiempo dentro de espacios cerrados y nuestros niveles experimentan un declive. Una de las fuentes naturales de más ricas en vitamina D son los pescados ricos en grasas como el salmón que mencione anteriormente, la caballa y el atún pero debido a la contaminación de los mares todos estos peces suelen también tener un alto contenido de mercurio que es extremadamente tóxico para los humanos.

Otras fuentes naturales de vitamina D son las yemas de huevo, los lácteos y el hígado vacuno. Muchos niños con alergias o intolerancias alimenticias tienen problemas para ingerir estos alimentos, así que a veces no queda más remedio que usar un suplemento.

Existen varias opiniones en cuanto a suplementos de vitamina D para niños, pero mi recomendación es hablar con su pediatra y verificar los niveles con un simple examen de sangre.

*Vitamina C.

La gran aliada en la lucha contra los catarros y gripes es fácil de encontrar en los alimentos.

Todos sabemos que los cítricos poseen grandes cantidades de esta vitamina, pero también los tomates, los kiwis e incluso algunos vegetales como el brócoli.

En momentos oportunos suplementar con vitamina C puede ser beneficioso, especialmente si hay un brote de gripe en el colegio o el hogar. Lo que hay que tener en cuenta es que la mayoría de los suplementos de vitamina C que hay en el mercado casi siempre son de síntesis de laboratorio y derivados de maíz genéticamente modificado.

Es por eso que hay que ser cuidadoso al escoger una marca y verificar su procedencia. Productos como la Acerola, polvo de Rosa Mosqueta o algunas mezclas de hojas verdes deshidratadas que se venden en forma de polvo para los batidos pueden ser grandes aliados a la hora de suplementar la dieta de tus peques con vitamina C.

*Vitaminas del complejo B.

Este grupo de vitaminas (8 en total) son necesarias para convertir los alimentos en energía, mantener la piel sana, crear nuevas células, proteger el sistema inmunológico, combatir los radicales libres, mejorar los niveles de colesterol bueno, ayudar a la producción de hormonas como la testosterona, mantener un sistema nervioso saludable y producir glóbulos rojos entre muchas otras cosas.

Todas estas vitaminas afortunadamente están presentes en alimentos tan comunes como los lácteos, huevos, carne, pescado, cereales integrales, legumbres, frutos secos y en todas las verduras en mayor o menor proporción. Aunque una deficiencia en estas vitaminas es rara si llevas una dieta saludable que incluye todo tipo de alimentos, en personas veganas puede ser un problema dado que no consumen productos de origen animal.

En casos como estos es conveniente optar por un suplemento de alta calidad para suplementar la falta de vitaminas. En el mercado existen algunas marcas que ofrecen complejos vitamínicos del grupo B que son aptos para veganos, si crees necesario añadirlo a la dieta de tus hijos consulta online o en tu herboristería favorita.

Siempre habla con tu pediatra antes de usar cualquier tipo de suplemento, especialmente si tu hijo/a sufre de alguna condición en particular que pueda verse afectada por su consumo. Por norma general los suplementos son seguros, pero como dije anteriormente, siempre es mejor obtener todos los nutrientes que tu cuerpo necesita a través de los alimentos que comemos.

Si tus peques son particulares a la hora de comer y se enferman a menudo, puede que un suplemento vitamínico les venga bien durante una temporada. Nunca abuses ni suministres más de la dosis recomendada ya que los efectos pueden ser perjudiciales para la salud.

Todo en exceso puede llegar a ser dañino.

Escríbeme, estaré encantada de leer tus palabras.

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