Superfoods: tercera parte

Superfoods, tercera parte

Tercera y última parte de esta serie de “superfoods” o súper-alimentos.

Hasta ahora hemos hablado de 10 alimentos muy fáciles de encontrar en todos los supermercados pero que son de alto contenido nutricional y que deben estar presentes en toda dieta saludable tanto en la vida de un adulto como la de un niño. Hoy termino con otros 5 más que son igualmente nutritivos y sencillos de comprar.

En el futuro hablaré de otro tipo de “superfoods”, aquellos que son más exóticos y que están disponibles solamente en ciertos establecimientos. Recuerda que todos estos 15 súper-alimentos de los que he hablado solo te ayudan si sigues un estilo de vida saludable que incluya ejercicio físico, calidad de sueño, manejo del estrés, no fumar y beber alcohol en ocasiones especiales y en moderación.

1- Té Verde.

Es difícil decir algo del té verde que no se haya dicho ya. Sus propiedades son muchas y es por eso que lo incluyo en esta lista de “superfoods”. En los meses de calor se puede tomar frío agregándole ya sea hojas de menta, rodajas de limón o jengibre. En invierno sienta fenomenal calentito.

Un potente antioxidante debido a su alto contenido en vitaminas C y E, isoflavonas y catequinas que ayudan a prevenir el envejecimiento celular.

El té verde contiene polifenoles, unas moléculas con capacidades antioxidantes que han despertado mucho interés en la medicina. Además de combatir los radicales libres, los polifenoles poseen propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas lo que puede ayudar a prevenir la arterosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares.

Diversos estudios parecen indicar que una dieta rica en polifenoles contribuye a disminuir algunos tumores y procesos inflamatorios relacionados con el cáncer y enfermedades neurodegenerativas.

A la hora de elegir un buen té verde recomiendo que lo compres a granel y de cultivo orgánico o bio. Hay que recordar que el té proviene de China, uno de los países más contaminados del mundo, así que hacer énfasis en un producto orgánico vale la pena. Puedes usarlo en batidos para sustituir el agua o en zumos para hacerlos más ligeros y bajos en azúcar.

2- Aceite de Oliva, Aceite de Coco.

Ya todos conocemos los beneficios del aceite de oliva para la salud en general. Oro líquido y pilar de la dieta mediterránea, el aceite de oliva es rico en ácido oleico que contribuye a mantener los niveles de colesterol saludables, mejorar la vasodilatación arterial y la presión sanguínea.

Ayuda a combatir el estreñimiento gracias a su suave efecto laxante y es rico en vitamina E, un potente antioxidante. El aceite de oliva debe estar presente en la dieta de los niños gracias a que contribuye a una correcta mineralización de los huesos y en la personas de edad avanzada limita la pérdida de calcio que es uno de los factores que influyen en el desarrollo de la osteoporosis.

El aceite de coco por su parte tuvo muy mala reputación en el pasado debido a su alto contenido de grasas saturadas, pero hoy en día sabemos que no todas las grasas saturadas son iguales y algunas pueden ser hasta saludables para nuestro organismo.

La peculiaridad del aceite de coco es su contenido de ácidos grasos de cadena media (MCFS por sus siglas en ingles). Este tipo de grasa se digiere más fácilmente y el cuerpo la utiliza de otra manera. Por lo general las grasas se almacenan en las células del cuerpo para ser utilizadas como energía en el futuro, sin embargo los MCFA van directamente al hígado donde se convierte inmediatamente en energía para que el cuerpo la utilice.

En cierta manera, este proceso “acelera” nuestro sistema metabólico. El aceite de coco es especialmente bueno para aquellas personas que sufren de problemas de tiroides y mejora la función cerebral y el rendimiento cognitivo.

A la hora de comprar aceite de coco existen dos variedades, la refinada y la no refinada. La mejor es la no refinada porque contiene todos los nutrientes que necesitas, sin embargo, para algunas personas su sabor puede ser algo intenso y la versión refinada puede ser más de su gusto.

Puedes usar el aceite de coco para cocinar todo tipo de platos, pero a mí me parece un excelente sustituto a la mantequilla en bizcochos y otros postres.

3- Cítricos.

Todos sabemos que los cítricos son ricos en vitamina C, un potente antioxidante que nos ayuda a luchar contra los radicales libres y fortalecer nuestro sistema inmunológico. Sin embargo la vitamina C tiene otro papel muy importante en nuestro organismo, la producción de colágeno.

El colágeno forma parte de todos nuestros tejidos, y no solo nos da una piel bella y libre de arrugas sino que también mantiene nuestras arterias, tendones, ligamentos y huesos sanos, fuertes y flexibles.

Los cítricos son ricos en flavonoides que pueden contribuir a reducir la inflamación interna, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso luchar contra algunos tipos de cáncer.

Para obtener un mayor beneficio de estas virtudes es recomendable acompañar los cítricos de algún alimento rico en hierro como las verduras de hojas verdes mencionadas anteriormente ya que la vitamina C ayuda a la absorción del hierro en nuestro organismo.

La próxima vez que adereces una ensalada, hazlo con limón, le dará un toque diferente y harás que sea más saludable. Si te gusta consumir zumo de naranja todas las mañanas es mejor que optes por comerte la naranja, de esta manera añades fibra a tu dieta y te sentirás lleno más rápido.

4- Sardinas.

Una lata de sardinas en aceite de oliva te saca de un apuro en cualquier momento, pero ¿sabías que estos pequeños peces son una de las mayores fuentes de ácidos grasos omega 3 que existe en la naturaleza?

Como ya hemos hablado antes, los ácidos grasos omega 3 ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares y bajan los niveles de colesterol altos y triglicéridos. Sin embargo las sardinas son también ricas en proteína y minerales entre los cuales se destacan el fósforo, hierro y sodio.

Al ser una proteína animal son también ricas en la mayoría de las vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B9 y B12) que son necesarias para un buen funcionamiento de nuestro organismo. Las sardinas al ser un pez pequeño pueden comerse con más regularidad ya que no contienen dosis tan elevadas de mercurio como pueden tener otros peces azules de mayor tamaño debido a la alta contaminación de los mares.

Cómpralas frescas en el mercado si tienes la oportunidad pero si no quieres lidiar con los olores al freírlas o asarlas, utiliza las enlatadas en aceite de oliva. Se pueden utilizar en multitud de platillos y a los niños suelen gustarles. Incorpóralas en tu menú semanal al menos una vez para obtener todos sus beneficios.

5- Plátanos.

El perfecto snack que va contigo a todas partes y que a todos los niños les encanta. Los plátanos son una buenísima alternativa a los bollitos industriales para la merienda y son un súper alimento gracias a su alto contenido de vitamina C, B6 y fibra.

Su propiedad más conocida es su contenido de potasio, un nutriente necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Es ideal para los que sufren de presión arterial alta y deportistas de alto rendimiento y su consumo previo a hacer ejercicio contribuye a que no te sientas cansado tan rápido ni sufras de agujetas tan severas.

Prueba a incorporarlo en tus smoothies diarios para darles un poco de cremosidad sin tener que usar lácteos y lleva uno siempre contigo para cuando el hambre ataca.

Combínalo con un punado de frutos secos y tienes la merienda ideal.

Escríbeme, estaré encantada de leer tus palabras.

Escríbeme, estaré encantada de leer tus palabras.